Nunca es menos que por siempre.
Todo es menos que la nada.
Cosechar lo que se siembre
es una broma pesada.
Uno no siempre cosecha
lo que en el suelo ha plantado.
La fortuna nos acecha
pues Dios sí juega a los dados.
La divina voluntad,
prima del libre albedrío,
sueño es de la realidad
de la luz y lo sombrío.
Una vez se durmió Adán
y Eva surgió de repente.
Dormidos continuarán
los sueños en nuestra mente.
Glauco
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