Para tu amor, “amor” sería la esencia.
Para mi amor, “amor” sería destino.
Entre esencia y destino el adivino
vislumbra el fuego de la quintaesencia.
Mi amor-tu amor la tórrida presencia
de algún futuro, un cielo y un camino,
hace que el cielo negro se haga albino
y seamos como la luminiscencia.
Has visto que te veo. También he visto
que tú me ves a mí. Los dos nos vemos.
¡Es imposible que no nos amemos
si en la mirada existes y yo existo!
Conmigo tu destino. En ti mi esencia.
¡Qué más puedo pedirle a la existencia!
Glauco
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