Pronuncio la palabra y alzo el rezo,
digo “Uré ure kore iroko,
iroko ro ke ke”. Me llaman loco
pero su voz no deja al dios impreso.
Mi voz y la del dios son una misma.
Cabo e. Cabo e. Cabiosile o.
Mi cuerpo, tierra y hueso son Changó.
El dios allá y en mí se me ensimisma.
No tengo más que al dios y a mis mujeres.
La mayor es la tierra. La pequeña
es el sueño que todo el mundo sueña.
Soy rama del pantano de los seres.
Soy sílaba resuelta en piel y hueso.
Pronuncio la palabra y soy el rezo.
Glauco
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