No hay amor que de ti no haya venido,
mezquita de la historia, carne y hueso.
Somos flujo sexual del primer beso
que en la historia mundial se halla escondido.
En las generaciones se ha perdido
y en el topus uranus se halla ileso
el amor alegórico del beso,
protagónico azar de lo que ha sido.
Netamente te palpas en la herencia,
de los tiempos del beso y del espacio;
“Una pequeña vida”, dijo Horacio.
Eres día que a la vida da paciencia.
Apacenta el amor del campo humano
en su tiempo (en el pulso de su mano).
Glauco
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