En un sueño Dios me dijo
—Sueña, que cuando despiertes
conocerás a la muerte,
la que se llevó a mi hijo.
Yo le dije al despertar
—Duerme, Dios, que cuando duermes
y te pones a soñar
nadie en el mundo se muere.
Es obvio, Dios no durmió
y es obvio, no he despertado.
El día que Cristo murió
todo en vida se ha quedado.
Glauco
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