Ando soñando un país
que sepa por qué pelear
para poder arrancar
al corrupto de raíz.
El sueño se vuelve gris,
sin vida y sin esperanza.
Un simple sueño no alcanza
para cambiar por caricia
la mano de la injusticia
que controla la balanza.
Ando aquí en esta nación
padeciendo el incapaz
deseo de buscar la paz.
No hay patria por compasión
ni patriotas con razón.
Sólo hay un montón de gente
con desdicha intermitente
compartiendo el mismo espacio:
un corazón sin palacio
y un gobernante indecente.
Glauco
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