La vida se nos va en sudor y llanto.
Lasitud y quebranto
son la base de todo lo que vemos;
del beso de los sabios no sabemos
sin que, acaso, lloremos
en el libro magnífico del santo.
¿Quién tiene las abejas en la voz?
¿Quién tiene el hambre atroz?
¿Quién va marcando el paso del sendero
sinuoso en las estrellas de febrero?
¿Quién ha sido el primero
que le mostró sus lágrimas a Dios?
Entre pena y dolor se halla la fe,
se halla la caridad y la esperanza;
la vida nos alcanza
cimbrando los abrazos del arché.
El llanto es esa mítica alabanza
que Dios nos dio en el rezo del Edén
y así todo está bien;
es nuestro llanto el Arca de la Alianza.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario