En la vida una búsqueda se alza.
Comienza con un paso y con la vista:
mira la luz con la planta descalza
(convierte el ojo en pie cual alquimista),
volviendo realidad la vista falsa,
como es real la obra del artista.
Es ver y caminar el mismo acto:
construye la vivencia con el tacto.
El tacto acariciando el aire fresco
pasa el calor al frío y el frío al verano,
volviendo la llovizna algo grotesco,
una espada sosteniendo una mano.
El tacto no me da lo que merezco,
convierte la búsqueda en algo vano.
Así la búsqueda es más complicada
pues más que ver un algo, se ve nada.
¿Qué busca aquel que nada le consuela?
¿Busca acaso poder hacerse eterno?
¿O busca ver nacer alguna escuela
surgida de su propio pensamiento?
No busca que la búsqueda le duela,
mas abraza, al buscar, el sufrimiento.
¿Dónde podré ir a dar con mi consuelo?
Prefiero buscar eso que mi duelo.
Mi duelo interno me viene de fuera
pues lo que busco afuera no lo encuentro.
No hay en el mundo nada que yo quiera
pues este mundo no me aparece perfecto.
Y aunque imperfecto el mundo yo quisiera
vivir en él y en él dejar mi efecto.
Busco en mí el mundo y el mundo me busca,
y verme en él me entusiasma y me asusta.
Labra el poeta el discurso asustado
con una yunta de vainilla y fresa,
con ella convierte en dulce el arado,
endulza el barbecho de su cabeza.
El poeta tiene corazón morado,
se hincha por ser, del sentimiento, presa.
Del púrpura le sale la semilla
que habrá de convertirse en maravilla.
La búsqueda es creación. El creador busca
adentro lo de afuera y viceversa.
Mirando su creación el mundo juzga;
mundo imperfecto: creación a la inversa.
La perfecta creación se muestra brusca
pues labra el sentimiento de sorpresa,
lo manipula y lo convierte en rayo
que deja ciego y tumba del caballo.
La perfecta creación nos enamora,
la búsqueda se merma en la locura
haciendo del ayer eterno ahora.
El amor a lo creado da cordura,
da sueño que se enfría y que se acalora
en el deseo paseante que perdura.
Afrodita concede nueva vida
a la vida en la creación producida.
Producto del creador es lo que expresa,
y lo que expresa del creador se aleja.
La estatua se convierte en su princesa,
dejándola a la vista, de amor, perpleja.
Enamorado de su creación reza
a Dios donde su alma se refleja.
El poeta es el ser más cercano a Dios,
el poeta es el camarlengo del amor.
Talio
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