En lo alto del cielo hay una espada,
sólo una es la que se necesita
para cuidar lo que en el mundo habita
y mandar a la bestia hacia la nada.
A otro tiempo el Dragón fue desterrado,
por su infame traición a Dios bendito,
al corazón helado del Cocito
por un antonomásico soldado.
Es el único soldado del señor,
el único soldado que derrota
la maldad que del mal y el malo brota.
Es el único que lucha por honor.
Sacrifica su amor, todo por Él.
Así es el amor de San Miguel.
Glauco
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