Después de la primera palabra en este mundo
se escuchó la segunda y luego la tercera.
Hicieron orden juntas en ese mar profundo
de soledad y caos, poniéndole solera.
Al tiempo que sonaba esa canción creadora
el ritmo se creaba y también la armonía.
Fue así que empezó el tiempo brindándonos la hora,
brindándonos la noche, brindándonos el día.
Habiéndose ordenado las cosas, el espacio
hizo posible el bosque, el cielo y el océano.
dando para la vida su fábrica y palacio,
su ropa y su alimento, su sembradío y su grano.
Las plantas y las bestias los valles adornaron
de aromas y sonidos, perfumes y canciones.
Así, de siete artes, los valles se llenaron,
aunque también faltaba llenar los corazones.
Entonces se crearon dos nuevos corazones
para que vieran todo y en todo se encontraran
con aquella palabra que canta las canciones
de la creación del orden y al caos se regresaran.
El caos es la palabra que habló por vez primera
de todo lo que existe, de todo lo creado.
La segunda palabra y también la tercera
son sólo una ilusión, un mundo imaginado.
Glauco
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