El eterno etéreo espacio
que existe entre nosotros dos
llena las calles de estrellas
y denso y espeso humo.
La luz estelar te luce
en el humo acumulado;
el humo, púrpura nube,
entre la sombra te nombra.
Todos los pasos del paso
de la vereda del vago
caminan cuando tu cuerpo
al pasar perfuma el pueblo.
Van siguiendo con el gusto
el aroma romancero
despedido en el diluvio
del sol imperecedero.
Eterno, eterno, eterno;
amor, espacio, tiempo.
Eterno, eterno, eterno:
tú lejos de mi cuerpo.
Eterno, eterno, eterno;
el mar, la nube, el hielo.
Eterno, eterno, eterno:
mi cuerpo en ti, adentro.
Eterno, eterno, eterno;
de lejos yo te espero.
Eterno, eterno, eterno:
el tiempo del encuentro.
Entre más lejos, más viejos;
hemos vivido mil vidas.
Laberintos sin salidas
y yo todavía te espero.
La espera es lo más eterno,
pues cuando acaba comienza,
avanza con lento ritmo,
haciendo un vals infinito.
La interminable escalera
nos sube, nos va subiendo,
nos aleja de la tierra
y hasta el cielo nos acerca.
Entre tu pecho y mi pecho,
entre tu aliento y mi aliento,
hay un espacio completo,
un etéreo espacio eterno.
Glauco
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