No mandes besos al mar,
entre tormentas y olas
ellos pueden naufragar,
dejarte esperando a solas
con la brisa y tu llorar.
Es el mar un laberinto
de pérdidas y aventuras,
inaccesible recinto
de sirenas y ataduras
(vigilia, sueños e instinto).
Tú eres beso y yo soy mar.
Tú eres mar y yo soy beso.
Tú me quieres, nada más.
Yo te quiero y sólo eso:
naufrago en la eternidad.
Glauco
Glauco
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