La lengua se desnuda

Si la lengua desnuda habla de todo,

todo se vuelve el uno natural,

natural es la tierra vuelta lodo,

lodo hecho con el agua del caudal;

y es natural la curva del recodo

que marca al caminante su final;

y es natural sentirse aprisionado

porque lo natural se ha desnudado. 

¡Qué natural se escucha la palabra

cuando la lengua desnuda se mece!

Se mece y en ese vaivén se labra

una verdad que en el silencio crece,

creciendo hace que la boca se abra

y diga la verdad; hace que rece

una nueva oración al infinito

que hará todo desnudo con su grito. 

Se llenarán de gritos las estrellas

de la noche invisible y meridiana,

haciendo que una danza de doncellas

verdes y rojas pinten la mañana.

La desnudez del sol sombras destella

bajo su propia luz alta y tirana.

Los gritos son palabras hechas ruido

que viene y va en silencios escondido. 

La nada oculta la naturaleza

de la vista de todo aquel que mira

los campos con mirada de sorpresa

al ver que el viento al campo le suspira.

Se oculta lo pequeño en la grandeza

del todo que en la nada se respira. 

Si la lengua desnuda no se oculta

la nada es nada y ya nada resulta. 

Resulta que la lengua se desnuda

para poder decir todas las cosas

que mantuvieron su belleza muda

y con la desnudez se hacen hermosas.

La lengua natural brilla sin duda

como una virgen bella y temblorosa,

se mece, desvanece y yace entera

en la unidad eterna y verdadera. 

Glauco