Cuando una flor se marchita
una mariposa grita
de pena por el color
que se murió sin calor.
En su grito va un lamento
difuminado en el viento.
Y en el viento viaja el fin
de las flores de alelí.
Las bestias lloran el fin
de la noche azul añil,
y se vuelve añil su llanto
ante el final y su espanto.
Sus lágrimas se deslizan
doblegando sus sonrisas.
Y en la noche que se acaba
las bestias son confinadas.
La fecha en el calendario,
que se transformaba diario,
ya no se transformará
porque la meta no está.
Todo acaba, todo acaba,
hasta el reinado de Saba,
hasta el viaje de Odiseo,
hasta el sueño de Morfeo.
Y acabada la existencia
se acaba la resistencia.
Resistimos el final,
las penas y todo mal.
Seguimos un año más
en la búsqueda de paz.
Mientras el mundo se agrava
todo en la vida se acaba.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario