Quisiera saber todo lo que te he lastimado,
pero aún no me atrevo, siquiera, a preguntar,
ni sé si tú quisieras, siquiera, responder.
Hay algo aquí en mi pecho, hay algo atravesado,
no sé si sea vergüenza o sea algo de bondad,
pero es lo que me hace buscar volverte a ver.
Se derrama en mis manos tanto llanto llorado;
y es que también la sangre puede ser de cristal,
haciendo una ventana al eterno llover.
Seguro habrás llorado la muerte del amor
que tantos nos juramos, pero no lloras más
porque en ti las heridas sí dejan de doler.
Y sigues por el mundo sintiendo su calor,
sin pena, sin memoria y sin mirar atrás.
Tienes lo que me falta. Tienes amor y fe.
Para ti es ya imposible sentir pena y dolor,
porque vives contenta, porque vives en paz,
porque vives despierta, porque vives con él.
Para mí es más sencillo pensar que en nueve versos
se resume el camino que tu vida te da
porque me es más sencillo si tu vida no es cruel.
Quisiera que tu vida no sea como la mía,
así toda vergüenza no se queda, se va,
así todo lo bueno verdad parece ser.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario