Hoy quiero contarte que soñé contigo
como tantas veces antes te he soñado.
Ibas por la calle brillando cual trigo
nuevo de este año, de grano dorado.
Y con tanto brillo hiciste mi noche
un sueño perpetuo de amor y derroche.
Te miré de cerca, te miré de lejos,
cómo tantas veces antes te miré.
En miles de gotas miré tu reflejo.
De esas gotas hice la paz de mi sed.
Contigo en mis ojos sueño la verdad:
te quiero y el sueño es mi realidad.
De mi boca roja, de mi pensamiento,
surgieron los besos que ya no surgieron
cuando te me fuiste, mi triste momento;
en este, mi sueño, los besos volvieron.
Pero no recuerdo del sueño el sabor,
recuerdo las bocas dándose calor.
Y con la mañana se acabó mi sueño,
se acabó el encanto, se acabó el "te quiero".
Y aunque en esta vida me afano y me empeño
todavía hay mañanas que siento que muero.
Me muero por verte. Muero por soñarte.
Muero por tenerte, por volver a amarte.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario