A través del humo del cigarro
no puedo ver más que mi tristeza.
A través del ruido de los carros
no oigo la alegría de mi cabeza.
No siento los vientos en mis brazos
ni siento los rayos luminosos.
No siento las gracias del ocaso
ni siento los llantos más hermosos.
El llanto se mezcla con el humo,
se mezcla también con el sonido.
En este llanto triste me consumo
y entre más lloro, más estoy perdido.
Mis brazos se deshacen en el viento.
Mi corazón se clava en una espada.
Mis días se pierden vueltos en momentos.
Mi ser es el lamento de la nada.
Glauco
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