Detrás de cada chamarra
y de cada pantalón
hay oculto un corazón
que de a poco se desgarra
y luego solo se amarra.
Se ata a lo desconocido
porque, aunque vive perdido,
desconocer es mejor
que perderse en el sabor
de aquello que no es sabido.
Ese corazón es mío,
lo arropan sangre y tejidos,
y entre agitados latidos
fluyen en él como ríos
verdades y desvaríos.
Lo ancla una confusión:
quiere brindar su pasión
a quien no le corresponde.
Este corazón se esconde
entre encuentro y perdición.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario