En el cielo hay una luna
que le susurra a las nubes
y parece que las fuma,
y ellas de bruma la cubren.
Esa luna luna guiña,
brilla y se viste de sol.
Esa luna se encariña
con los vagos del alcohol.
Inspira a los timoratos
al temor de lo divino.
Dibuja los garabatos
que hacen trazo del camino.
Distinta se bate en duelo
con las ciegas luminarias
que hacen invisible el cielo
a pupilas incendiarias.
Estrepitosa la luna
de repente se aparece,
entre la nubes que fuma
el mes de octubre amanece.
Glauco
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