Adentro, muy muy adentro,
donde bailan vallenato
lo placentero y lo ingrato,
ha surgido un nuevo encuentro
entre la orilla y el centro
de una máquina distinta:
bombea vida vuelta tinta
y hace un cauce pa'l aliento;
es estallido sangriento
que pinta la tierra encinta.
Ahí en la máquina crece
la voz de los que murieron,
los que jamás se nos fueron,
la luna que a nadie mece,
y el pensar que palidece.
Al bailar me desconcentro,
me busco y me desencuentro,
bailan lógica y razón
en el hall del corazón,
adentro, muy muy adentro.
Glauco
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