Cuando es amor lo que ahoga
los besos saben a muerte,
todos cuelgan de una soga;
no podrían tener más suerte;
los abrazos son la tumba
y las caricias la cruz.
Todo estalla y se derrumba,
hasta la cruz de Jesús.
Cuando es amor lo que mata
todos se quieren morir,
un dios feroz se desata
en las fauces del decir;
todos corren acechantes
a estamparse en su navaja.
Entre drogas enervantes
el tiempo de muerte baja.
Cuando es amor lo que siega
es el esfuerzo un aliento,
la voluntad sólo juega
un cubilete violento;
nunca más habrá esa muerte,
ese infierno, ese calor.
El cuerpo no queda inerte
cuando morimos de amor.
Glauco
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