Con muchas ganas de escribir escribo
que muchas ganas de escribir yo tengo;
en la común contradicción convengo
sin causa, sin razón y sin motivo.
El ser contradictorio es instintivo
y a ser así, sin restricción, me atengo.
En escribir que escribo me entretengo,
sopena de nomás decir que escribo.
Podría inventar razones que explicaran
la mística y mordaz contradicción
(curioso es inventar la explicación).
Por más que las razones nos hablaran
no habríamos de decir lo que decimos
como cuando escribimos que escribimos.
Glauco
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