No se acaba el hablar mientras el mundo
siga diciéndose a nuestros oídos.
Revelándole el sueño a los dormidos
queda exhibido el sueño más profundo.
Habla y nunca se calla el vagabundo
que entre los sueños sopla sus gemidos.
Sueñan y no despiertan los aullidos
del que ejerce el hablar meditabundo.
Se dice. ¿Qué se dice? ¿Quién se dice?
Se dice el ser ahí mientras va siendo,
si, acaso, el ser es ¿va siendo o va yendo?
Se va la lluvia tras las nubes grises.
Se va lo gris detrás de las ventanas.
Hablar nos hablará to’as las mañanas.
Glauco
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