Un viernes vi volar un gran abismo.
Volaba, iba y venía sobre las nubes,
hambriento de saber del bifrontismo.
Abismo, yo que caigo y tú que subes,
ayúdame a subir y no morirme,
para pasear contigo y los querubes.
Me muero porque no puedes decirme
ni una palabra más, porque me dejas
aquí sin nada ver y sin oírme.
Sí sé que yo te vi, veo que te alejas,
dejándome solito, aquí, perdido,
sin llaves, sin ventanas y sin rejas.
Hoy, un año después, veo que te has ido,
mas ya no te veo a ti, creo, ni a mí mismo.
Te miro y en mi mente estás dormido
volando entre las nubes, cual abismo.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario