unir cada palabra con cada movimiento,
es lo que quiero a diario velando por mi paso,
y en vela este cariño se vuelva mandamiento,
Somos arena y agua al borde del ocaso,
al borde de la vida y al borde del momento.
Estamos condenados al resoplar del viento.
Te irás, no iré contigo. Me iré, no irás conmigo.
Ahora, mientras tanto, yo pienso que yo siento
que nada puede herirnos mientras esté contigo.
Soy padre, tú eres hija, y somos el intento
de repasar el tiempo brindándonos abrigo.
Glauco
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