Quisiera volar bajito,
muy pegadito al rocío,
donde reconozca el grito
de los desaparecidos.
Volar bajito y muy cerca
de esos que nadie recuerda,
de ésos que entre la tormenta
buscaron abrir la puerta.
Donde el amor no se agita,
donde el rencor es la vida,
donde el lamento germina,
donde encontramos la vida.
Siento un aliento divino,
ése que me hace estar vivo,
donde escapó del martirio
queriendo volar bajito.
Glauco
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