Los dedos danzan al son
de un eterno pasodoble;
el ritmo del corazón
es lo que lo vuelve noble.
La melodía se dibuja
con los dedos en el viento;
con hilo tenue y aguja
se hilvana el movimiento.
Y en la mente melodías
mueven y marcan el paso;
son calladas las poesías
que hacen del silencio el trazo.
Glauco
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