el de Dios, el de los vivos.
Lo otro que hemos definido
es un mágico deseo.
Todos queremos amor,
mas no queremos saber
el milagro que es la sed,
la ausencia y la inanición.
No existe tal amor puro,
sólo existe amor primero:
la fe que vive sin cuerpo,
la esperanza en el futuro.
Todos queremos amor.
¿Qué más podríamos querer,
si con el mundo en la piel
no nos hace falta el sol?
Glauco
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