Presentación

Presentación

miércoles, 12 de marzo de 2025

Impertinente

Los muchachos de estos días 
andan más que confundidos,
antes que las melodías 
prefieren los alaridos. 

Hace poco fui testigo
de lo que antes afirmé. 
Fui al concierto de un amigo
y a ese concierto fue

un muchachito estruendoso,
por su madre acompañado,
que, por su acto vergonzoso,
parecía estar obligado

a estar en ese lugar. 
Él gritaba con fuertemente: 
“¡Ya comiencen a cantar!
¡Se está durmiendo la gente!”

De repente un jovencito
se plantó en el escenario
y lanzando un tenue grito
nos dió un canto originario. 

El otro joven gritaba:
“¡Órale, canta más fuerte!”
El público se indignaba 
y le deseaba la muerte. 

El otro siguió cantando
sin inmutarse siquiera. 
El artista sabe cuándo 
callar al que vocifera. 

Sin embargo, el imprudente
en la cuenta no cayó 
y en un silencio estridente 
al cantante le gritó: 

“¡Pero cántale con huevos!,
te dije desde hace rato.”
Este chico es de los nuevos: 
no saben que es un castrato. 

En ese justo momento
se desintegró el cantante
y todo su descontento
se volvió un canto hilarante. 

Nadie pudo contenerse 
oyendo tal ironía.
La risa pudo imponerse
hasta el cansancio ese día. 

Glauco

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