cuando mis ojos miran a tu casa.
Yo no tengo muy claro que me pasa
pues no sé si te extraño o si me extrañas.
No sé si tú, a propósito, me dañas,
si acaso me disuelves con la brasa,
si acaso este sufrir me sobrepasa:
tu ausencia, mi sentir y sus marañas.
¡Ay, de todos los hombres cuando lloran!
¡Ay, de todos los hombres cuando callan!
¡Ay, de todos los hombres que no hallan
la vida en esa muerte que no añoran!
Te extraño cada día, cada momento:
estallido de vidrio y vaho violento.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario