Presentación

Presentación

domingo, 10 de enero de 2016

¿Quiénes somos?



La reciente captura de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, ha dado qué opinar a la gran mayoría de los mexicanos; en todos lados, en todos los sectores, alguien tiene alguna versión de lo sucedido. Curioso, pues solemos inmiscuirnos poco en la vida política de nuestro país. La seguridad de la comunidad sólo nos preocupa cuando hemos sido víctimas de la delincuencia. La fama del capo nos hace voltear a mirarlo. No sólo lo vemos y nos quedamos enmudecidos por su internacional influencia, por su tremendo poder, tomamos algún tipo de postura sobre él, es decir, lo consideramos justo o injusto, bueno o malo. Quienes se alegran del mucho poder que tiene el gran capo, lo ven como un triunfador adinerado a quien se teme y vale la pena emular; por otro lado, hay quienes lo ven como un ser malvado, propiciador de muerte, violencia y destrucción. 

No resulta sorpresivo ver que quienes ensalzan al Chapo suelen ser criminales, desencantados con la política nacional o amantes de los placeres; admiran su capacidad para violar la ley, imponer la suya y la facilidad con la que puede satisfacer casi cualquier placer. Los restantes se indignan con la violencia del país, el dolor de cada víctima del narcotráfico (sufren con cada nuevo huérfano o con cada prójimo maltratado) y les aterra la imposibilidad de vivir bien en un contexto sangriento. Si bien el capo recién atrapado no representa el todo del narcotráfico en México y, parafraseándolo, cuando él no esté seguirá habiendo tráfico de drogas, al menos sí ha logrado extender los dominios de su cártel y ha progresado como empresario, aumentando su poder y disminuyendo el del estado, acrecentando la violencia y disminuyendo la paz. Qué pensemos de la labor del Chapo nos dice, en parte, quiénes somos; ya casi no admiramos a los grandes héroes que buscaban la justicia, mucho menos queremos emularlos, pues admiramos mayormente a quienes actúan injustamente, a quienes se imponen. Don Quijote de la Mancha sólo nos causa risa. 

Fulladosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario