Presentación

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jueves, 11 de febrero de 2016

De: Analyse Para: Mis amigos

¿Qué tanta disponibilidad tenemos para reunirnos con los amigos? Antes de responder, quiero disculparme con el resto de los lectores. Pues estas líneas están destinadas exclusivamente para aquellos con los que he convivido en los últimos cuatro años de la carrera (ellos sabrán a quiénes me refiero). Días pasados, no recuerdo con exactitud cuántos, platiqué con uno de ellos. La conversación se tornó en que la mayoría no presentaba disposición para reunirnos. Razones sobraban, lo claro era que en la lista de prioridades no aparecía estar disponibles a convivir un momento.
Sé que tenemos muchas ocupaciones por atender y, que hay prioridades o al menos se está convencido de ello. Sin embargo, los amigos también tienen que estar en esa supuesta lista. Estoy totalmente de acuerdo con aquellos que consideran que nuestra prioridad es atender al trámite de titulación y, por ello lo primordial del sentido de nuestra vida, en estos momentos, debe ser la redacción del trabajo de tesis. O que en lugar de organizar reuniones, hay que ocuparse en la reflexión de algunos problemas filosóficos y, acercarse más a los libros.
No obstante, pese a las razones expuestas, las cuales son lo suficientemente persuasivas, también estoy de acuerdo con aquellos que dicen: “no se cancelará el trabajo de tesis por permitirse estar algunos momentos con los amigos”. Estoy convencida de que convivir con aquellos que han marcado nuestras vidas es prioridad. Pues los amigos no se dejan “para cuando tenga tiempo”, sino que hay que ocuparse de ellos cuando están. Escucharlos, saber qué es lo que les sucede o cómo les ha ido, también son aspectos prioritarios. Y reflexionar con alguien que se estima es más fructífero que hacer soliloquios que nadie entiende.

Por otra parte, soy consciente de que volver a reunirlos a todos es una tarea complicada pues, el encontrar el momento indicado es imposible. O adecuarse a los tiempos de cada uno es algo totalmente sobrehumano. Este tipo de situaciones me han conducido a concluir y asimilar que no es razón suficiente el que algunos no estén disponibles para reunirse y, por ello se tenga que cancelar la reunión. Pues para vernos y saber de notros, no es necesario que todos estén disponibles, aunque eso sería preferible, pero la disposición a veces no se tiene. En ese sentido, si la finalidad del quehacer filosófico es propiciar el diálogo, éste sólo es posible en compañía de los amigos. Y si la reflexión y atender a los problemas filosóficos encabeza nuestra lista de prioridades, pues el estar disponibles para aquellos que quieran dialogar debería ser el encabezado de esa lista.   

1 comentario:

  1. Muchas gracias Analyse por tus palabras. Estando de acuerdo con todo lo que dices, me sigue inquietando el porqué no se ha dado la oportunidad. No perdamos el deseo de volvernos a ver. Gracias.

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