Presentación

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jueves, 18 de febrero de 2016

La renovación de la fe



Resulta interesante, (imposible no señalar) la manera en que se "anunció" la visita del Papa Francisco. Desde un principio se dejó bien claro que su visita significa  la renovación de la fe, no se esconde en ningún momento la intención de esta visita. No es secreto que la Iglesia ha perdido muchos creyentes latinoamericanos en los últimos años, ¡qué maravilla que el nuevo Papa sea latinoamericano! Incluso dicen que le encanta la música y la comida mexicana. 

En fin, dejando a un lado estos detalles salameros de cuan noble y humilde es el Papa Francisco. Resulta necesario analizar si realmente necesitamos fe, si en nuestra actual situación como mexicanos, como seres humanos, nos ayuda la fe. Tal vez, para algunas personas, tal vez para la mayoría de mexicanos, la visita del Papa realmente significa un "faro de esperanza" (como lo han anunciado) tal vez se sienten cercanos a Dios o creen que así deben sentirse. No imagino cuan impactante debe ser para los creyentes recibir la visita del representante, el mediador entre los hombre y el mensaje divino. Sin embargo, ¿qué harán con esta fe renovada? Ahora que el Papa ha venido a renovar la esperanza y la fe de los mexicanos, ¿qué prosigue? Dicen algunos creyentes que ahora tienen la fuerza para luchar, dicen otros que ahora tienen esperanza de que las cosas cambiarán, otros tantos dicen que ahora pueden aguantar lo que venga. A lo cual pregunto ¿luchar contra quién?, y si hay que luchar ¿cómo ha de ser esa lucha?, ¿cómo cambiarán las cosas? Son demasiadas preguntas, pero mucha gente luce entusiasmada, esperanzada, renovada. 

Por otro lado, pensemos qué pasa si seguimos como hasta ahora en un México y un mundo que parece desahuciado, si seguimos pesimistas aunque realistas. Aquellos que no tienen fe ni esperanza y que la visita del Papa no les levantó ni la curiosidad, esas personas ¿hacen algo respecto a la situación actual o sólo permanecen resignados? En tiempos de muerte y con la promesa de una nueva guerra, si no necesitamos fe ¿qué nos hace falta? Tal vez pasión, tal vez garra... no sé.

Resulta necesario analizar estas cuestiones, independientemente de si seamos religiosos, anarquistas, nihilistas o quimeras. Más allá de la visita del Papa Francisco, se debe pensar si realmente el pueblo mexicano necesita que le renueven la fe. Esto no quiere decir que por tener fe no apestará toda la podredumbre que hay en México, sino que la fe es un gen (aunque implantado) en la estructura del mexicano y que puede mover cimientos tan profundos  que puede traer colosales consecuencias. O tal vez no. 

¿Qué es lo que necesita el pueblo mexicano? Un pueblo que aunque tenga una casa muy humilde juntó algunas monedas para poner una lona de "Bienvenido Pancho", como se vio en Ecatepec, que por cierto es el municipio del Estado de México con mayor indice de violaciones, secuestros, robos, feminicidios... 

¿Qué necesita este pueblo, los pueblos en general?, ¿qué es lo que más necesitamos lo seres humanos en estos momentos? Pero por favor, no se recurra a respuestas inmediatas, eruditas, metafísicas e indescifrables. El pueblo mexicano, aquel que en algunos municipios remotos defienden a los narcos porque les han dado una despensa; el pueblo que acampó, ayunó y que aplaudió para poder ir a ver al Papa, ese pueblo ¿necesita que le renueven la fe?, para qué?





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