Presentación

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lunes, 7 de marzo de 2016

Envueltos de enigmas

Es algo normal el hablar, el discutir sobre el lenguaje. En cada momento la palabra, la comunicación corporal, la expresión en las diversas artes, nos atrapa en sus redes. Es imposible el escapar de la comunicación. Pero, para qué decir esto que ya es muy sabido, sólo puedo contestarme, como muchos, es decir, que este tema es lo que  ahora esta inundando mi cabeza. No se deriva de un gran estudio, ni de una investigación minuciosa, sino que surge de una frase simple: “Con una sonrisa puedes expresar muchas cosas, y existen una gran variedad de sonrisas”.
Una sonrisa, suele ser considerada como una expresión de sentimientos positivos, como algo que surge en los momentos de mayor alegría, en esas ocasiones en las que las circunstancias se tornan agradables. Es la imagen de la alegría. Así que, cuando apareció la frase anterior, no pude más que sorprenderme. Podría parecer exagerado, pero fue algo que no había pensado, algo de lo que no me había percatado. Así que esto me llevó a preguntarme, ¿cuál era esa diversidad de sonrisas? y en ¿qué se diferenciaban entre sí? Ese mismo gesto, que todos hemos realizado, cómo podía conectarse con los sentimientos. Hacerlos relucir en los momentos precisos. El mismo gesto podría tener una gran variedad de significados.
Una sonrisa que surge, ante el nerviosismo por eventos que no se puede evitar. La sonrisa que brota del recuerdo de alguien especial. Aquella sonrisa que se transforma en carcajada ante algún comentario gracioso. La sonrisa cordial, ante aquellas personas que comenzamos a conocer, o que no frecuentamos. Existen esa clase de sonrisas, que son llamadas por el dolor, en las que se intenta ocultar un sufrimiento, la decepción o el miedo. La sonrisa que expresa culpabilidad. Una de las más extrañas, es esa sonrisa que se presenta cuando se ve la desgracia del otro. Es  extraña porque es de esas sonrisas de las que no queremos que el otro se percate, es una sonrisa personal. También existe esa  sonrisa en la que se mezcla el miedo, la alegría e incertidumbre, frente a la persona que amamos.
Cada una de ellas, encierran su propia historia, cada una de ella tiene sus motivos, que se comprimen en un movimiento, movimiento que cobra sentido frente a la persona destinada.

La sonrisa es un enigma en donde se encierra, el mundo interior de la persona. Es esa expresión que logra transmitir, una gama de sentimientos y pensamientos, diversos. El poder descifrar aquello que él otro intenta mostrarnos con su sonrisa, es algo maravilloso y peligroso. El sentir la tristeza o alegría, detrás de la sonrisa que muestra, es signo de aquello que nos une. Lo asombroso es la manera en la que el mensaje es captado. Esa sonrisa de complicidad con un amigo, que sin decir palabras, se comprende, que puedes descifrar y compartir, es de esas cosas que siempre sorprenden.

Sarasvati

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