Presentación

Presentación

viernes, 13 de mayo de 2016

Adopción y orfandad académica

A veces, sin darnos cuenta o con plena conciencia de ello, nos casamos con gente por sus títulos, alguna idea de ellos que escuchamos a medias alguna vez (dicho por ellos mismos o siendo un chisme) o por lo que creemos que son y piensan. Es usual y comprensible que se tenga preferencia de alguna persona sobre otra, sin embargo, me parece peligroso "casarse" o hacer que nos "adopten", pues tapamos nuestros propios ojos y empezamos a necear. Esto lo he visto últimamente en la escuela, con los comentarios que hacemos y los juicios que nos formamos. ¡Lo confieso! Yo también he usado expresiones como "mi papá/mamá" o cosas por el estilo para referirme a algún docente. Pero aunque la mayoría de las veces las uso en son de burla, me parece que si muestran algo más y puede llegar a confundir a mis interlocutores. Realmente muestran un interés y una preferencia tajante sobre esa persona, cosa que puede confundirse con idolatría.

Esperen extraños, este escrito no es para justificarme o defenderme, intento mostrar en lo que hemos caído, dejarnos llevar por los títulos, el reconocimiento, etcétera de nuestros docentes. Si, docentes, no doctores ni maestros ni licenciados. Para serles sincera, me causa conflicto el que alguien se refiera a su docente favorito con su título (el Dr. Fulano o el Maestro Perengano) y a los demás los llame por su nombre de pila. La verdad, algunas veces lo siento brusco, desdeñante. Y quién sabe, a lo mejor esas personas tienen la confianza de hacerlo así pero, hasta donde he notado, si parecen hacerlo despectivamente. Y entristezco porque después ese respeto se convierte en verdadera idolatría. Entonces uno empieza a comprar todo lo que diga aquel, no importa si sean contradicciones o tonterías, no importa si no entendemos un carajo de lo que dice, lo que importa es que lo dijo el Doctor, no cualquier pendejo sin título alto. Aquí comienza a suceder algo parecido a lo que vi hace unos días en unos comentarios de un video en youtube. Estaba escuchando hip hop o trap o lo que sea, específicamente a Adán Cruz y gracias a la reproducción automática se seleccionó una canción que, desde mi gusto y punto de vista, es un asco y no tiene que ver ya con el estilo que traía al comienzo de su carrera. Entonces apareció un comentario de alguien diciendo que era verdadera fan de Adán Cruz y por ello lo apoyaría en cualquier decisión que él tomara. Pero conectando esta anécdota con la escuela, si nosotros nos casamos o nos volvemos hijos de tal o cual persona corremos el riesgo de no pensar claramente, esto debido a la idolatría que tenemos hacia éstas. Empezamos a dar por hecho lo que ellos afirman, seguimos sus ideales, incluso podemos dejar de lado los nuestros. Pero piensen en lo que han estado haciendo y diciendo, yo y en este caso, prefiero ser huérfana.

La chica entre dos planos

1 comentario: