Presentación

Presentación

lunes, 9 de mayo de 2016

Un día en una vida



Hoy ha vibrado mi cabeza, creo que, con más fuerza que los otros días, tanto que me he levantado a velocidad supersónica. Un día como cualquier otro, al asomarme por la ventana, se deja ver: cielo, sol, asfalto, gente pobre yendo a sus trabajos. Media vuelta a ver la otra ventana y todos listos para sus labores, ya sea gimnasio, ya sea trabajo –es impresionante cómo hay más gente en una ventana que en otra.
            Afortunadamente ya no tendemos camas en estos días. Mi abuelo me contó que en sus tiempos a la hora de levantarse debían ir a comer, creo le decían desayuno, asearse, y cubrir sus camas con mantas antes de salir a cumplir sus pendientes, sí, lo que oyeron: ¡cubrir sus camas con mantas! Y bueno, como ya no tendemos camas, yo me hube dispuesto a romper el envoltorio de mi nutritivo desayuno –nada como un poco de calorías para dar sentido al día: hay que bajarlas. Mientras comía, vi por la ventana que nuevamente habría manifestaciones en nuestra amada Gran México: unos pederastas que exigen el derecho de sus preferencias sexuales; unos cuantos feos que demandan no más discriminación por parte del sector convagina de este país; y por último los derechistas que sufren de bullying a nivel nacional. ¡Qué fastidio sería ir al trabajo el día de hoy!
            El saber de las marchas me puso tan mal que no me dieron ganas de acicalarme, por lo tanto salí con dos horas de anticipación. El transporte es un asco: subir al segundo piso del Metro es cada día más difícil, y más desde que debemos viajar encapsulados. Además las escaleras hoy estaban desafinadas. Pero bueno, pude subir al fin: dos sinvagina se demostraban deseo tocando sus no-vaginas a la vista de todos y los demás, expectantes, buscaban la mejor toma. Yo no quise quedarme atrás. Lamentablemente mi software estaba atrofiado –esto explica porque me vibró de más la cabeza por la mañana. Me tuve que limitar a ese primitivo acto de observar.
            Observar es un acto tan ingrato con el observador que no me cabe duda que por eso la gente cierra los ojos para rezar, pues de tenerlos abiertos seguramente morirían de aburrimiento al ver lo que hacen. De pronto voltee y un convagina me invitaba insistente a morder de su alimento; era un alimento naturista: pie de mierda, me parece. Nunca me ha gustado la mierda. Sé que hay quien la come, pero yo no soy de esos; prefiero los bistecs marinados con saliva. Cómo no quise comer de ese pie, el tipo aquel se puso a llorar desconsolado. Todavía no logro saber por qué alguien llora.
            Después de tanto ver cómo la mierda se diluía con su saliva, por tanto sollozar, pude, finalmente, bajar del transporte y caminé hacia mi oficina. ¡Un día más de exitosa labor de estudiado!
            Creo que mi aroma no era el mismo hoy, ya que nadie volteó ardiente de deseos esperando que dejara al descubierto mi no-vagina. En mi silla, como siempre, los rastros del semen del intendente que se había enmarañado con el jefe del sector 1-a-izq-cubículo 53. No me importó, yo sabía que con él jamás podría hacer un trío. Es un anticuado, todavía cree que los sinvagina deben llenar sus entrañas. Tomé mi puesto y comencé a realizar esta dificultosa tarea. En verdad no sé qué haría el mundo sin gente como yo. De cualquier forma pronto saldría de trabajar.
            Al salir, regresé a casa de la misma forma en la que llegué, mi novio me esperaba con sentenciosa mirada. Se había enterado de que hoy no me acicalé. No sé ni cómo lo haría si me encargué de cerrar mi ventana. Creo que nuestras nubes ahora andan por el mismo cielope. El chiste es que como aquel me esperaba lo único que se me ocurrió hacer fue darle un beso en contra de la ley. Él no se dejó y me instó a retirarme. Me retiré y fui a casa de un valeroso amigo: ha matado más guerreros, coleccionado más armas, obtenido más medallas y desbloqueado otros mundos.
            En casa de mi amigo, su ascendente, de la edad de mi preascendente, armaba los restos del desorden ocasionado por Trunks una noche antes en la fiesta con sus amistades. Yo, como no me gusta causar molestias, a lo único que me dediqué fue a levantar los pies. Un momento después partí para mi casa.
            Llegando a casa mi hermoso hermano me besa con vehemencia y mueve su cola, con el deseo de ser más y más amado por mí. ¡Qué satisfacción el haber aprendido lenguaje de perros, nos abrió a un mundo de consciencia!
Como soy consciente, no me queda más que decir que mis días no son tan interesantes como hoy. Casi siempre sueño con ir a la premier de Iron Man 46. Mañana será otro día. Mañana espero no estar lleno de notificaciones, es bien feo tener la frente roja por esta razón. Ahora es momento de dormir, porque pronosticaron para mañana una marcha de perros peleando por los derechos de las pulgas.


Talio



Maltratando a la musa

    Un sentido de maternidad

Al salir la luz se escucha entre tanto
Bullicio, desorden y mucha prisa,
De un lado a las que se envuelven en risa
Y del otro a los que vienen en llanto.

Previó a reír lloraron estos seres,
Derramando sus lágrimas en aquel
Hombre nuevo que, cuando vino a ser,
Las envolvió en los prístinos placeres.

Le enseñarán toda la vida a reír
Y a saber que también es bueno llorar;
Que en estas dos cosas consiste el vivir.

Así él sabrá que cuando no pueda más
Y se le oscurezca la vida feliz
Podrá volver a los brazos de mamá.




No hay comentarios:

Publicar un comentario