Me dices que la nieve no está fría
y se hincha de calor la madrugada.
Me dices que la playa está nevada,
y que en la madrugada ya es de día.
Me dices la verdad que no sabía,
una verdad, del fuego, destilada.
Me dices la verdad aderezada
con magia, con ensueño y maravilla.
Me dices en verdad que tú me amas,
que del profundo abismo me has sacado,
por eso de ti estoy enamorado.
La verdad en mis ojos la derramas
y me haces ver la luz que de ella emana.
La verdad de tus labios es mi dama.
Glauco
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