Se hacen polvo los niños y las niñas,
harinas de los hombres y mujeres,
producto del dolor y los placeres,
parejas del producto de las viñas.
El viento vive oculto en la semilla
y sopla hacia la vida y el futuro.
El viento de la vida es viento oscuro
y en esa oscuridad hay maravillas.
Las maravillas giran y regresan
y vuelven a su punto de partida
haciendo nuevos vientos cada día.
Gira la vida y con el giro empiezan
las viñas y la harina a ser comida
que sigue el ciclo haciéndose energía.
Glauco
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