Hay días en los que todavía te anhelo.
Te extraño y te recuerdo y te revivo.
Eres mi salvación, rama de olivo.
Eres mi perdición, eres mi duelo.
Hay días en los que lloro inconsolable.
Te odio y te aborrezco y te destruyo.
Eres la salvación de la que huyo.
Eres ese abandono confortable.
Hay días en los que ya no causas nada.
Hay días en los que traes toda mi vida
en un vilo perpetuo sin salida.
Hay días en los que clavas una espada.
Hay días en los que mis anhelos matas.
Hay días en que mis lágrimas desatas.
Glauco
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