A nadie le hablo como a ti te hablo
ni a nadie digo lo que a ti te digo.
A nadie más que a ti doy mi vocablo.
A nadie miro como a ti te miro
ni a nadie pienso como a ti te pienso.
A nadie más que a ti doy mi respiro.
A nadie siento como a ti te siento
ni a nadie beso como a ti te beso.
A nadie más que a ti doy mi alimento.
Porque te hablo, te digo, te pronuncio,
en lo más escondido del silencio.
Porque miro, te pienso, te respiro,
en lo más limitado del reparo.
Porque siento y te beso y me alimento
en lo más asombroso de tu manto.
Y digo vaho cuando en tu ausencia el frío
se impone sobre mi temperatura
borrando toda huella del estío.
Miro el paisaje y miro el edificio.
En uno te imagino y te dibujo,
en otro te condeno y te desquicio.
Y siento lo que ya nadie ha sentido:
tu ausencia, tu silencio, inconsciencia.
Te siento y no te siento. Estoy perdido.
Glauco
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