He visto versos que fluyen
como las aguas de un río
y van a dar a la mar
que llamamos realidad,
haciendo del hombre vivo
una poesía universal.
El poema de la sangre,
del aroma, de la miel,
fluye por la eternidad
de nuestra especie animal,
hecha de rayos y piel,
de fe y ganas de cantar.
Cantan los versos cantantes
de la vida cotidiana.
Una canción sin final
y un ritmo del más allá
se posan en la garganta
del que le canta a la mar.
He visto versos que rompen
en la marea del sentido
y van hacia la verdad
que se mira universal.
Van y regresan al río
para volver a empezar.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario