No es Nochebuena para que olvidemos
que el mundo duele y que nos morimos.
Muere la gente pa' que recordemos
todas las noches buenas que vivimos.
No somos mucho, mucho menos poco.
Somos gotas, capullos del rocío.
Somos perla perfecta en el barroco.
Somos calor para el que tiene frío.
Somos la prueba de que el mundo nace
sin un sentido ni un camino cierto.
Senda y sentido con los pasos se hacen.
El nacimiento es un camino abierto.
Una puerta por cada nacimiento
se mira en las paredes de la vida.
Una llave por cada experimento
nos deja ver la entrada y la salida.
En cada noche una alegría se esconde.
En cada noche una injusticia pasa.
En cada noche tenemos un dónde.
En cada noche tenemos una casa.
No todos viven para ser felices,
algunos son felices en su nombre.
Las alegrías no son para lombrices,
las penas son la alegría de los hombres.
Se inundan los alegres corazones
de algo de pan, de abrazos y de vino.
Se inundan los alegres de ilusiones
entre su mala suerte y su destino.
No hay nada en este mundo que no duela.
No hay nada que nos apague la pena.
Pero aún podemos encender la vela
que da luz a la bella Nochebuena.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario