Se inventa la luz cuando tu mano y mi mano
se empapan con la sal como palmera en el verano.
Se iluminan tus piernas, horizonte temprano,
y se llenan de estrellas y del fuego de Urano.
Se inventa la luz con una frase divina:
"somos la tierra quieta y el agua que camina".
Con nuestra cercanía la creación se ilumina
y da la sensación de que el tiempo no termina.
Tú y yo somos la vela, el fuego y la bombilla,
somos sólo un destello, novena maravilla.
Somos el infinito descubriendo su orilla,
somos la luz que lleva oscuridad en su semilla.
Se apaga la luz cuando el espacio rellena
la distancia entre las manos y aparece la pena.
Se oscurecen tus ojos, tus labios y tus piernas,
y se alejan las luces de la bondad eterna.
Se apaga la luz cuando lo pronunciado
no expresa lo que somos ni todo lo que hemos dado.
Con nuestra cercanía la creación ha estallado
y da la sensación de que el tiempo ha acabado.
Tú y yo fuimos el fuego, la bombilla y la vela,
ahora somos farola muerta que desvela.
Somos el fin del mundo para una carabela,
somos la oscuridad de nuestro amor aunque nos duela.
Glauco
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