I
Siempre te vi tan bonita;
tus mejillas, tu sonrisa;
tu cabello entre la brisa.
Pétalos de margarita
acariciando el azar
de tu amistad y tu amar.
Y mi corazón aún grita
reinventando nuestra historia.
Aún vives en mi memoria.
Tu beso no se me quita
y me conmina a escribir
versos que hablen sobre ti.
II
Un campo de jazmines y de huesos
crece cuando te llenas de alegría.
Le llama al jardinero de mis besos
para hacer de tu boca boca mía.
Debajo de tus cejas y tu frente
se encienden las lumbreras de mis días.
Tus ojos son un tiempo intermitente,
a veces perdición, a veces guía.
Panal de miel que brota de tu seno
llevándote entre el gozo y la agonía,
endulza la maldad con sabor bueno;
me hace saber lo que antes no sabía.
Ansia de libertad aprisionada
en la pasión de una fotografía.
Tu foto tiene atada a mi mirada
y darte vida, mi mirada, ansía.
III
Me ves y no me ves como hace tiempo.
No soy canto del gallo en tu aposento.
Ni soy un terremoto pa' tu cuerpo.
Dentro tuyo se forma un aguacero
y fluye de tu vientre hasta tus dedos,
mas no da a mis caricias nacimiento.
Tu pecho como duna del desierto
se envuelve de calor, tersura y viento.
Suspira suavemente denso fuego.
Confío en que desearás venir de nuevo.
Confío en que me sabrás a tierra y cielo.
Confío en que irradiarás todo el deseo.
IV
Es nuestra historia descrita
en variadas experiencias,
anhelos, sexo y dolencias,
un recuerdo que me habita.
Nuestra historia es melodía
que ya no suena jamás.
Con el tiempo te me vas,
atenuando mi alegría.
Somos cuento de Quiroga
escrito a cada momento.
Somos horroroso cuento.
Tú y yo tejemos la soga
de un amor correspondido,
por el momento, dormido.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario