Si andando en el desierto la sequía
hace que pesen más tus cortos pasos
y a cada paso avanza la agonía
quitándole la fuerza a tus abrazos;
si todo manantial es espejismo
de un bienestar que ves y no conoces,
la sed es un reflejo de lo mismo,
es un deseo de saciedad sin goce.
Si al paso de tus pasos el camino
sólo cambia el paisaje, mas no el peso,
y distraído niegas al divino,
por el camino no andarás ileso;
en cada herida sentirás el viento,
la lluvia, el sol, el polvo, los dolores
mas nunca darás cuenta del momento
en que la herida agrande tus amores.
Perdido entre el sentir y la inconsciencia
habrás de lastimar los corazones
que, quieras o no quieras, son tu esencia,
y esperan que camines y perdones;
perdona cada mal, cada perjuicio,
salido de tu boca o acaecido
sobre tu corazón. El sacrificio
es encontrar aquello que has perdido.
Si lo perdido no ves en el mundo,
seguro has de encontrarlo en otro lado.
No sé si habrás de hallarlo en lo profundo
o en lo superficial de lo creado,
pero sé que al buscarlo será menos
la carga por tu espalda soportada.
Buscar el bien hace a los hombres buenos,
hace del mundo bendición ganada.
Si sufres por amor todos los días,
esfuérzate en amar más fuertemente,
no dejes que las penas y agonías
te lleven al desprecio de la gente.
Si sientes que te estalla el corazón;
si sientes que te estalla la cabeza;
no te olvides cantar una canción
que esconda tras sus notas la belleza.
Si a tus demonios cubres con el fuego
de decepciones, penas y lamentos,
y si por tus demonios estás ciego,
marchando a tumbos por el descontento;
Si ya no encuentras quien te dé la mano;
si ya no buscas con quién arroparte;
recuerda que en cada hombre hay un hermano
capaz de darte amor y cobijarte.
Si asumes que este mundo ya no es tuyo;
si crees que el otro mundo es la salida;
recuerda que el amor es el orgullo
de ser feliz y dar en esta vida.
Glauco
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