Siempre que estoy en lo oscuro
una lámpara imagino
y con su fulgor divino
yo me siento más seguro.
Podrán decirme inmaduro
porque, aun con esta edad,
le temo a la oscuridad.
Más bien le temo a la ausencia;
le temo a la inexistencia
de la luz de la verdad.
Glauco
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