Si algún día te digo adiós,
y crees que me necesitas
para contarme tus cuitas,
te regalaré mi voz:
un diálogo entre los dos.
Quizá mi voz te molesta
y ahora no estás dispuesta,
pero el tiempo pasará
y quizá requerirás
que alguien te dé una respuesta.
En discursos o canciones,
recuerdos o sinsabores,
te llamarán mis amores
y entre nuestros corazones
se encenderán emociones
de un pasado ya no sido.
Quizá mi ser se habrá ido
Te espero no la boca mía;
te dirá que te quería
mucho más de lo sabido.
Pero el adiós aún no llega,
ni lo quiero ver llegar.
Quiero ir a caminar
por dónde la brisa brega
y con nuestros ojos juega.
Quiero mi voz en tu voz,
un discurso entre los dos
que diga que este calor
no es fuego sino es amor
y no decirnos adiós.
Glauco
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