Muchos barbudos he visto
y pienso “¿Cuál fue el primero?
¿Acaso el busto de Homero
o la piocha de Mefisto?
No, fue la de Jesucristo."
En mi casa siempre había
un cuadro que refulgía:
El sagrado corazón.
Mis deseos de ser barbón
son de Cristo y no sabía.
Glauco
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