Es justo que tú sepas que hay un mal
latente en cada poro y cada vello,
que sepas que es semilla natural
rociada y seducida por tu cuello,
tus hombros, tus tobillos. No es normal
sentir cómo me agita este destello.
Si acaso tú lo sientes, te suplico
me expliques del pecado lo que es rico.
Glauco
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