Gota a gota la clepsidra
alimenta los momentos
de dulzura que destila
el sudor de nuestro cuerpos.
Me sabe a miel la pestaña
que parpadea y que te mira
y al mirarte te descarna,
llenando de miel la herida.
Duele amar y ser amado,
se da lo que se recibe,
se da lo que no se ha dado,
y el dolor y el amor siguen.
La sombra de un árbol alto
ha cubierto mi mañana
con la frescura de un canto
con sabor de una manzana.
Sabes a copos de azucar,
sabes a hielo raspado,
quiero que tú me seduzcas
con azúcar congelado.
La lengua envuelve terrones
de palabras de deseo;
decirte muchas canciones,
cantarlas cuando te veo.
Iluminas mi carita
con panditas de colores.
Me matan con sus mordidas
hechas de muchos sabores.
Amor de miles de abejas,
vuelas por los verdes pastos
y me pones entre rejas,
éstas de quererte tanto.
Los hexágonos enmarcan
las visiones de tu cara
que aparecen en la sala
donde reposa mi alma.
De azúcar escarchas todo
y me alhajas con el brillo
cada vello, cada poro
Eres un dulce sencillo.
Bebo el espeso almíbar
que sale y luego brota
de tu fuente de saliva
y baña toda mi boca.
Es dulce el cariño nuestro,
dulce como una cereza.
Es un dulce amor eterno
de dulce naturaleza.
Glauco
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